¿Cómo conservar el marisco cocido en la nevera?

El marisco es el plato estrella de las mesas españolas, particularmente en ocasiones especiales y celebraciones como los cumpleaños, aniversarios o Navidades. ¿Qué hacer cuando los comensales no se terminan este manjar? ¿es posible consumirlo otro día? En este artículo te cotamos cómo conservar el marisco cocido en la nevera para que puedas comerlo y seguir disfrutando su sabor.

Consejos para conservar el marisco cocido en la nevera

Una vez cocido, lo mejor es consumir el marisco cuanto antes. Sabemos que no siempre es posible, especialmente si el marisco se acompaña de otros platos deliciosos. Te contamos que puedes comerlo en los siguientes días, pero para ello, es necesario saber cómo conservar el marisco cocido en la nevera. Puede ser la diferencia entre comer, al día siguiente, unos langostinos como si acabaran de prepararse o unos que han perdido el sabor y el color.

Por otra parte, debes saber que el marisco cocido se conserva en la nevera de uno a tres días, como máximo. Después de estos días, ya no se recomienda consumirlo. Y si quieres conservarlo fresco, entonces el tiempo se reduce a 24-48 horas. Mucho cuidado al momento de comer el marisco de días anteriores. Antes de hacerlo, te aconsejamos olerlo: si no huele mal o el olor no es penetrante, puedes comerlo sin problema.

Frío para conservar el marisco

El frío será tu mejor aliado para conservar el marisco cocido en la nevera. Para ello, es necesario mantener una temperatura constante. Esto quiere decir que evites abrir la nevera muchas veces, mientras el marisco está en el interior. Abrir y cerrar la puerta del refrigerador genera corrientes de aire que no permiten mantener una temperatura estable.

Almacenamiento del marisco cocido en la nevera

Por supuesto, el marisco, como otros tantos alimentos, debe almacenarse de forma correcta. Lo primero es colocarlo en un recipiente que no gotee y taparlo con un paño húmedo; los expertos recomiendan que el paño se humedezca en agua salada. El paño evita que el marisco se reseque y pierda sabor. ¡Cuidado! El marisco no debe sumergirse en agua.

Retirar los jugos

El marisco irá soltando algunos jugos que se acumularán en el fondo del recipiente donde los hayas almacenado. Es muy importante, cada cierto tiempo, retirar estos jugos, pues de lo contrario, el marisco adquiere una textura diferente y se pierde el sabor de la receta.

Según el tipo de marisco

En general, con un recipiente y el paño húmedo será más que suficiente para conservar el marisco fresco. Pero te contamos que no todos los mariscos son iguales y algunos requieren de cuidados extra para mantener la frescura y el sabor.

Por ejemplo, si has preparado mariscos como navajas, ostras y almejas, lo más aconsejable es no sacarlas de la malla. La malla lo que hace es prevenir que estas especies se abran, ¡Así estarán listas para consumir en todo momento! Además, si un día las serviste hervidas a los comensales, al día siguiente puedes preparar una receta diferente, como en arroz o en salsa verde.

En el caso de las nécoras, los percebes, la centolla y el bogavante, entonces el método del recipiente y el paño humedecido con agua salada es suficiente. Si no tienes un paño a mano, puedes utilizar papel vegetal para conservar el marisco.

El único marisco que admite cubitos de hielo para mejor conservación es la cigala. Este marisco es muy delicado y, si no se consume al momento, entonces es recomendable conservarlo en frío y con algunos cubitos de hielo. En caso de que aún no hayas cocido las cigalas y vayas a hacerlas pronto, no las congeles. Es suficiente con mantenerlas en la nevera, pero eso sí, en un recipiente con mucho hielo.