La quisquilla, ¿Una gran aliada para el cuidado de la salud?

La quisquilla es un pequeño crustáceo que se parece a la gamba, pero miden, apenas, cinco centímetros. Este delicioso crustáceo es rico en yodo, calcio y proteínas. ¡Te contamos todo sobre este marisco que no puede faltar en tu mesa!

¿De dónde vienen las quisquillas?

La quisquilla es un crustáceo que, principalmente, se extrae de las aguas de la costa tropical de Motril, Granada. Aunque el consumo de este marisco se remonta a la época de los romanos, hoy en día sigue siendo uno de los preferidos de la gastronomía granadina. La quisquilla que se extrae en estas aguas tiene su propia denominación de origen y se le conoce como “quisquilla de Motril”, pero no es exclusiva de la región, pues puede extraerse en varios puntos de la costa del Mediterráneo e, incluso, en aguas del norte de España.

Este crustáceo es atemporal y puedes encontrarlo en cualquier momento del año, aunque el invierno es la temporada alta. Para la pesca se utilizan nasas o redes de arrastre que se sumerjan hasta las aguas marinas con fondo rocoso, donde las quisquillas se desarrollan.

¿Cuáles son los beneficios de la quisquilla?

No son gambas, pero, morfológicamente, son iguales. La principal diferencia es el tamaño (la quisquilla mide alrededor de cinco centímetros) y adoptan un color distinto después de cocerlas: las quisquillas se mantienen color rosa o blanco y las gambas son rojizas. Por otra parte, el cascarón de la quisquilla es blando y es muy habitual comerla frita (quitando la cola y la cabeza), en algunas regiones.

Antes de contarte cuáles son las propiedades de la quisquilla, debemos destacar que si tienes el colesterol alto no puedes abusar de ellas. Contienen 130 miligramos de colesterol. Por eso es importante, si tienes este problema de salud, consumirlas de forma esporádica.

La quisquilla es rica en minerales como yodo y calcio, además, tiene un gran aporte de proteínas. En líneas generales, es un alimento muy saludable. Esos sí, es importante consumir un buen puñado de quisquilla para aprovechar todos sus beneficios. Por ejemplo, si estás de vacaciones y quieres cuidar tu dieta, ¡Te recomendamos las quisquillas! Y es que, por sus propiedades y tamaño, no se suman grasas y calorías al plato.

Te sorprenderá saber que el aporte energético de las quisquillas es de apenas 75 kcal por cada 100 gramos. ¿Lo mejor? Que contienen 81 gramos de agua y eso es una gran cantidad; esto significa que tendrás sensación de saciedad. En cuanto a las proteínas, ¡Tienen 16,5 gramos! Sin duda alguna, tanto si estás cuidando tu alimentación como si quieres ganar masa muscular, estos pequeños crustáceos son grandes aliados.

Ya hemos adelantado que estos crustáceos son ricos en minerales como yodo, calcio y fósforo. Se trata de micronutrientes con grandes beneficios para la salud de los huesos, las capacidades cognitivas y, además, contribuyen a la regulación de las hormonas. ¿La quisquilla contiene vitaminas? Te contamos que cuenta con vitamina B12, aunque en una cantidad reducida. Por otra parte, contiene folato (14 ug), un nutriente que ayuda en la producción de ADN y material genético.

¿Cómo consumir quisquilla?

Ya conoces sus propiedades nutricionales y los principales beneficios para tu salud, pero, ¿Cómo se consumen las quisquillas? ¡Son muy fáciles de incluir en la dieta! En Mariscos Almeida puedes encontrarlas ya cocidas y es posible comerlas así tal cual con su chorrito de limón. Estos crustáceos suelen servirse a manera de entrante, pero también puedes incluirlos dentro de recetas más elaboradas como un salpicón o como ingrediente de una deliciosa ensalada.

Por otra parte, debemos recalcar que, para potenciar su sabor, prestes especial atención a la bebida. Las quisquillas tienen un delicioso sabor a mar y no es aconsejable acompañarlas con refrescos, vino tinto ni cerveza. Lo mejor, para un buen maridaje, es comer quisquillas con agua o vino blanco suave, como el manzanilla.