¿Qué es la cigala de tronco y cómo cocinarla?

Uno de los manjares del mar es la cigala de tronco, que se caracteriza por tener un tamaño grande y un peso de entre 250 y 300 gramos. La cigala de tronco es un marisco de agua fría, con una textura y un sabor insuperables. En este artículo te contamos todo acerca de este delicioso crustáceo y cómo puedes prepararlo.

¿De dónde viene la cigala de tronco?

Este delicioso manjar, como ya adelantamos, es de aguas frías. La pesca de estas cigalas en Galicia es algo inestable, así que también puede obtenerse en las costas de Escocia y otras regiones del norte de Europa. Su nombre científico es Nephrops Norvegicus y no solo es posible obtenerla en aguas gallegas y escocesas, sino también en Portugal e Irlanda.

A la cigala de tronco también se le conoce como escamarlà, maganto y zigala. Puede pescarse por arrastre o nasas, durante todo el año. Este crustáceo necesita conservarse en la nevera a temperaturas de entre 3 y 5º C, en un ambiente cerrado. Además, lo más aconsejable es consumirlo cuanto antes para mantener su frescura.

La cigala de tronco es uno de los mariscos más valiosos por su carne tan tierna y su tamaño. De hecho, te sorprenderá saber que esta es la cigala más grande de su especie. El método de pesca resulta fundamental para no dañar la carne y que el crustáceo pueda conservar su delicado sabor y textura tan característica. Por eso es que se emplea la pesca artesanal.

En España, las cigalas de tronco se obtienen en Marín, Pontevedra y son muy diferentes a las que proceden de Escocia. La cigala española se distingue por tener un tronco más rosado y el bocado es más fino. No importa de dónde procedan, la realidad es que se consideran uno de los mejores mariscos que existen en el mundo.

¿Cómo preparar la cigala de tronco?

Este tipo de crustáceo suele prepararse a la plancha, pues así es posible mantener el sabor y textura tan exquisitos. ¿Cómo elaborarla?

• Primero, realiza un corte longitudinal para dividir la cigala en dos partes. Aunque puede elaborarse entera, no es aconsejable porque puede quedar algo cruda si no se hace adecuadamente.
• Lleva la cigala a una superficie de cocción caliente y deja a fuego durante dos minutos con la carne hacia abajo.
• Solo después de estos dos minutos, dale la vuelta a la cigala.
• Rocía con aceite de oliva, sal gruesa, ajo y perejil. Debe dejarse al fuego durante otros dos minutos antes de que esté lista.
• Sabrás que es momento de retirarla del fuego cuando la carne tenga un aspecto más compacto y separado del tronco.

La cigala de tronco es un marisco muy delicado, con sabores tenues que es necesario proteger durante su elaboración. La mejor manera de cuidar estos sabores es evitar choques térmicos muy violentos, así como las altas temperaturas. Los expertos aconsejan preparar las cigalas cuando estén a temperatura ambiente, para lo cual es necesario retirarlas de la nevera antes de la cocción.

Por otra parte, lo más recomendable es hacer la cigala de tronco únicamente a la plancha, pues así es posible disfrutar al máximo sus sabores tan tradicionales y característicos. No hay que añadir salsas muy elaboradas ni condimentos muy fuertes: basta con rociar con un chorrito de limón antes de consumirlas. ¿Y cuando se trata del maridaje? Lo mejor es acompañar la cigala de tronco con un vino blanco, que tenga toques dulces, pero suaves. Incluso el vino puede restar sabor a este delicioso crustáceo.

Lo que no sabías sobre las cigalas

Actualmente, este tipo de cigalas es el preferido de muchas personas gracias a su sabor tan exquisito. Aunque es importante destacar que no son tan populares como los bogavantes o las langostas, sin embargo, son un manjar único imprescindible en una mariscada.

Te sorprenderá saber que, antiguamente, las cigalas se devolvían al mar o las consumían únicamente las familias de los pescadoras. No fue sino hasta bien entrado el siglo XX cuando la cigala comenzó a comercializarse y volverse popular entre los comensales. ¡No dudes en comprar cigalas e incluirlas en tu mesa! ¡Triunfarás con este manjar!